lunes, 10 de octubre de 2011

V. CARTAS Y RESEÑAS.

EL CORONEL – GOBERNADOR
GREGORIO MARIA URRETA TATIS
1790 - 1872
HOMENAJE EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
Autor: Sergio Londoño Vélez



V. CARTAS Y RESEÑAS:
No son pocas los notables en el siglo XIX que escriben a favor del coronel-gobernador Gregorio M. Urreta, he aquí algunas de ellas:

Apartes de la carta del doctor don Ignacio Vargas, publicada en Bogotá en Agosto 1872 por Imprenta de José M. Duarte:
Bogota, 10 de abril de 1871.
En 1820 me encontré en la campaña de Venezuela con el señor Gregorio María Urreta que tenia el grado de Capitán del ejercito patriota, y anteriormente lo había conocido en ésta ciudad como persona notable. El señor Urreta seguramente inspira bastante confianza, porque varias veces fue destinado al desempeño de comisiones complicadas que requerían inteligencia y lealtad. Jamás en aquellos tiempos llego a mis oídos, rumor ni noticia alguna que pudiera influir desconfianza al Libertador Simon Bolívar bajo cuyas ordenes yo servia desde 1819 como adjunto en la en La Secretaría general que desempeñaba el General Pedro Briceño Méndez.
* Franco Pinzón, José María. El antiguo coronel Gregorio María Urreta ante sus conciudadanos. Imprenta de José M. Duarte. Pagina 16. Bogotá, Colombia. 1872.


El general Francisco de Paula Santander le escribiese a Urreta Tatis la siguiente carta*:
Bogotá, mayo 13 de 1824.
MI ESTIMADO URRETA:
Acuso á usted recibo de su carta,  de 19 de abril. Cuyas expresiones de amistad aprecio mucho. Los recuerdos que usted me hace no me pertenecen exclusivamente; muchas manos tienen que intervenir conforme a la Constitución, pero usted debe estar seguro  de que por mi parte no le faltaré á la justicia. Por ahora, va el diploma de libertadores como una prueba de ello.
Deseo que usted lo use bien, y que me crea su afectuoso amigo.
F.. de P. Santander. 
Uribe Angel, ManuelDefensa del señor Gregorio María Urreta. Imprenta del Estado, Colombia. 1871.

Apartes de la carta del general Joaquín Posada Gutiérrez, publicada en Bogotá en Agosto 1872 por Imprenta de José M. Duarte:
Bogotá, 11 de abril de 1871.
Me consta que Urreta fue altamente considerado por el Libertador Simón Bolívar, por el General Pedro Briceño Méndez, por el general Soublette y por el General Páez. En 1822 vino al departamento del Magdalena destinado al ejercito que allí se formó para recuperar a Maracaibo que había sido ocupada por el ejercito realista, y cuando el Batallón Tiradores de la Guardia, del que yo era capitán, vino a Riohacha desde la Guajira, a formar parte de aquel ejercito, allí encontramos al Coronel Urreta que era Teniente Coronel y Jefe de del Estado Mayor de ese ejercito.
Tanto el general Mariano Montilla, como el General Francisco Estevan Gómez hacían del Coronel Urreta la mayor confianza y le manifestaban la más grande estimación.
Después de aquella campaña por la Guajira vi al Coronel Urreta de Comandante de Armas en Santamaría siempre estimado y distinguido de todos. De allí vino de Jefe de la central á la Secretaría de guerra, Siendo el General  Briceño Méndez que tanto distinguió a Urreta en Venezuela, y a finales de 1825 el General Francisco de Paula  Santander lo nombró Gobernador de la provincia y hoy Estado de Antioquia ,cuya prueba de confianza y estimación dada por un hombre tan inexorable como el General Santander, arguye mucho del comportamiento del Coronel Urreta.
* Franco Pinzón, José María. El antiguo coronel Gregorio María Urreta ante sus conciudadanos. Imprenta de José M. Duarte. Pagina 16. Bogotá, Colombia. 1872.
* Uribe Angel, Manuel. Defensa del señor Gregorio María Urreta. Imprenta del Estado, Colombia. 1871.

Apartes de la carta del general Vicente Gutiérrez de Piñerez*, publicada en Bogotá en Agosto 1872 por Imprenta de José M. Duarte:
Bogotá, 9 de abril de 1871.
…manifestando que antes del sitio de Cartagena en el año de 1819 conocí al Coronel Gregorio María Urreta, sirviendo en clase de Capitán en uno de los batallones del ejercito de la Republica que se formó en aquella plaza, no lo volví a ver hasta el año de 1821 que lo vine a encontrar en la campaña de Venezuela y que combatió con valor y lucimiento, como lo prueba el haber sido ascendió poco después y destinado al Estado Mayor de la columna que formaban los batallones Rifles, Vencedor y dos escuadrones de caballería al mando del coronel Salom…
Respecto a las prendas personales del jefe que me ocupo, debo testificar que es un caballero de relevantes prendas personales, lleno de patriotismo, entusiasmo, valor, honradez de buena fé que raya en candor, de finos y cultos modales, de esmerada educación y de maneras tan distinguidas que aun cautivan y llaman la atención en su edad octogenaria y por lo cual nunca extrañe las atenciones y distinciones con que lo favorecían el Libertador Bolívar, los Generales Montilla, Soublette, Salom, Santander y tantos otros que forman la gran constelación de los héroes de nuestra Independencia.
* GUTIÉRREZ DE PIÑERES, VICENTE (Cartagena, 1805 - ?). Militar, Héroe de la Independencia, cantó las victorias de sus patrióticas campañas. Publicó su |Canto a la batalla de Ayacucho en Cartagena en 1833, que fue reproducido en La Guirnalda (1855), de José Joaquín Ortiz.
* Franco Pinzón, José María. El antiguo coronel Gregorio María Urreta ante sus conciudadanos. Imprenta de José M. Duarte. Pagina 17. Bogotá, Colombia. 1872.
Texto: EL CORONEL URRETA Y LAS OBSERVACIONES DEL PODER EJECUTIVOJosé María Franco Pinzón. Bogotá, 23 de marzo de 1871. Universidad de Antioquia.
Carta escrita y publicada por el Dr. José María Franco Pinzón, el 23 de marzo de 1871:
Ayer han aparecido en el Diario Oficial, Numero 2196, el Proyecto de decreto legislativo que concede pensión vitalicia al Coronel graduado Gregorio María Urreta, y las observaciones que hace el Poder Ejecutivo al devolver a la Cámara de su origen dicho proyecto.
Amigo personal del señor Urreta, Tanto como lo soy de la verdad y de la justicia faltaría a mi deber si siendo si siendo como fui Testigo presencial de los hechos que, tergiversados, se aducen hoy para manchar la frente de aquel colombiano benemérito, no los desmintiese y manifestase como pasaron, á fin de que, lejos de oscurecer, como se pretende, la reputación inmaculada del señor Urreta, pueda mi testimonio realizar su lealtad a la causa de la Independencia, y dulcificarle la amarga copa con la que la calumnia gratuita e inesperada de lo que han informado el poder ejecutivo, quiere acibarrarle sus últimos y cansados días.
El poder ejecutivo, refiriéndose a informes de personas de notoria  veracidad sobre la conducta política del señor Urreta, dice que este, el año de 1.819, dio desde Guateque al general español Barreiro, que se hallaba en Tunja, avisó de la llegada aquel pueblo del comandante Chasmaillon, jefe de la partida exploradora enviada por el general Santander, indicándole que debía mandar fuerzas a atacarlo, mientras que el (Urreta) con algunos peones de su hato, (*) cotaría el único puente por donde Chasmaillon se debía retirar; y que habiendo sucedido así, Barreiro mandó medio batallón que atacase la partida que comandaba el jefe patriota, quien en su retirada encontró quemado el puente por donde debía verificarla, a consecuencia de lo cual quedó prisionero y quedó fucilado en la Huerta de Jaime de esta ciudad.
Muy sensible y extraño es que esas personas que han dado tales informaciones al poder ejecutivo, no hallan tenido el valor moral y político de presentar la cara para dar, a fuer de patriotas, la razón de su dicho, como yo paso a darla en capacidad de testigo presencial de los hechos que ocurrieron en aquella época, distante ya medio siglo de la presente.
Estaba yo en Guateque, con mis padres y hermanos en el año de 1919, y en nuestra casa vivía el señor Urreta ejerciendo el destino de Colector de Diezmos, cuando en una noche del mes de junio de aquel año, llegó de repente una partida de gente armada, compuesta de oficiales y soldados que venían del Llano perseguidos por una fuerza de españoles que habían salido de Chire  en su seguimiento, y que, sin decirnos sus nombres nos anunciaron el objeto de su excursión, y el atrevido proyecto que el ejercito libertador mandado por su Gran Caudillo, iba a realizar próximamente, emprendiendo la mas gloriosa campaña que registrara nuestra historia política, desde Venezuela hasta Boyacá para dar libertad a la Nueva Granada. Esta partida compuesta por 80 hombres, fue el primer aviso que tuvimos de aquella grande empresa; fue la aurora de la libertad para la patria y como tal la saludamos y la favorecimos con nuestros auxilios en las pocas horas que permaneció en Guateque pero habiendo llegado a las doce de esa misma noche al pueblo de Sutatenza, distante un cuarto de legua del de Guateque, una fuerza española de mil hombres, y hallándose entonces en el mismo Sutatenza el valiente joven Manuel María Franco (que después fue General de la Republica),burló la vigilancia de los españoles, y escapándose de allí, dio inmediatamente aviso de la llegada de aquella fuerza del jefe de los patriotas, quien en el acto distribuyó su gente en dos partidas, poniendo la una al mando de dos de sus oficiales, previniéndoles que emprendiesen su marcha por el camino del puente de Súnuba; que al pasar lo destruyesen como en efecto lo hicieron, y que continuasen su marcha hasta la cabuya del río Guavio, adelante del pueblo de Cachalá, en donde debían esperarlo, guardando el punto para que no le cortasen la cabuya. E l jefe de la partida con el resto de su gente tomó la vía del puente de Somondoco, que también destruyó, poniendo con estos hechos a los españoles en imposibilidad de poderlos seguir. Con esta seguridad se mantuvo todo  aquel día en la banda opuesta del río, a la vista de los españoles hasta que llegada la noche, emprendió marcha tras de sus compañeros que le llevaban una jornada de ventaja. Al día siguiente se pudo ya pasar el río a vado , y atravesando los españoles con parte de su gente, continuaron la persecución del jefe patriota, quien sin embargo, confiando en la creciente del río que dejaba a tras y en la imposibilidad de que lo pudiera pasar el enemigo, hacía su marcha con lentitud y a jornadas muy cortas. A los tres días de estas persecuciones, estando acompañado del jefe español a pocas cuadras de distancia del campamento del jefe patriota, aquel se valió de un indio a quien sedujo con premios o amenazas, para que fuese a cotar la cabuya del río Guavio cuyo punto habían abandonado los oficiales, que con el fin de guardarlo se habían adelantado, conforme a las ordenes de su jefe. Así fue que este la encontró cortado inmediatamente una nueva cabuya; pero desgraciadamente, el tiempo de verificar el paso, que ya había logrado en parte llegaron los españoles, y no teniendo con que hacerle resistencia, se refugió en el bosque, en donde lograron al fin aprenderlo con algunos de sus compañeros, y todos fueron sacrificados por el virrey Sámano.
Tal es la historia del hecho que se aduce para presentar como desleal y hostil a la causa de la Independencia al señor Urreta, que nos acompañaba en Guateque cundo llegó es heroica vanguardia del ejercito libertador, y a quien lejos de haberlo sido traidor, le prestó, en unión de los patriotas de aquel cantón, los auxilios que necesitaba en su marcha. ¿Cómo pues se dice ahora que dio aviso a Barreiro que se hallaba en Tunja, a 22 leguas de distancia, que es la que média entre Guateque y aquella ciudad, para que enviara inmediatamente fuerzas para atacar a la expedición patriótica? ¿ Cómo pudo en pocas horas que mediaron entre la llegada y la salida de dicha expedición enviar desde Tunja hasta Guateque los mil hombres que los persiguieron? Cómo pudo enviar en tan corto tiempo, después de recibido el aviso, el medio batallón que se dice puso en marcha Barreiro para perseguir aquella partida? Basta el buen sentido para contestar a esas preguntas, y para reconocer la inexactitud de los hechos que se refieren en los informes dados al Poder Ejecutivo, únicamente con el objetivo de denigrar la conducta de un patriota que responde a la calumnia con los servicios que prestó en aquella época y en la inmediatamente posterior. En efecto el general Santander que fue el jefe que envió la partida exploratoria para la gran campaña cuyo término fue el glorioso campo de Boyacá, no hubiera nunca perdonado a Urreta la deslealtad que hoy se le imputa, si en efecto la hubiera cometido siendo notoria la severidad con la que aquel jefe trataba a los enemigos de la Patria. ¿ Había dejado impune ese crimen si hubiera sabido o tenido certidumbre de que Urreta lo había cometido?
No solamente cooperó este benemérito ciudadano a auxiliar la expedición patriota salida de Guateque, sino que por la misma época contribuyó con los demás patriotas que allí existíamos, a salvar la vida del coronel Arredondo del comandante Trimiño  y de otros varios individuos que, habiéndose fugado de la cárcel de esta capital, en donde los tenían presos los españoles, fueron aprehendidos en el Valle de Tenzo, en su tránsito para Casanare, y el señor Urreta de acuerdo con el Corregidor del cantón, señor Pedro Ignacio Daza que admitió el destino para auxiliarlos, combinó los planes con el fin de procurar la fuga de esos individuos, ayudándoles con recursos pecuniarios y con prácticos que los condujesen por caminos extraviados para que no cayesen  nuevamente en poder de los españoles. De Casanare nos comunicaron su feliz llegada, manifestándonos su reconocimiento por los auxilios que se les había prestado. Y el señor Urreta, que tanta parte tubo en esta obra patriótica y humanitaria, ¿ La habría tenido para asesinar a la partida heroica y precursora de la libertad?
Es triste, ciertamente, que al cabo de cincuenta años muestre la calumnia su ceñuda faz, pretendiendo empañar el brillo de una vida sin mancha, que está próxima a extinguirse sin el dolor del remordimiento, y lejos de ello, con la satisfacción de una conciencia pura en servicio de la Patria, y en medio de una familia honrada, a quien lega con su nombre el desengaño de aquellos servicios! Ellos sin embargo, serán estimados por sus conciudadanos que lean imparcialmente la hoja honrosa de sus servicios, comprobada con documentos auténticos en que están las firmas autógrafas del Libertador de Colombia, del general Francisco de Paula Santander, del general Pedro Briceño Méndez, del general Mariano Montilla y de otros muchos jefes de la Gran Colombia, que en los despachos librados por ellos en 1820, 23, 24, dieron fe de que el coronel Urreta fue ascendido con la antigüedad del mismo año de 1819, a que se refieren los hechos que motivan esta vindicación, a los grados de capitán y coronel graduado; que desempeñó diversas comisiones de grande importancia; que sirvió en la campaña de Venezuela hasta la batalla de Carabobo, y en la de Riohacha en la campaña sobre Maracaibo; y que en esa abundante documentación no se encuentra un solo despacho de la época intrusa del general Rafael Urdaneta, como lo aseguran las observaciones del Poder Ejecutivo.
Baste, pues lo dicho para rectificar lo que se ha estampado allí en contra de este ciudadano benemérito, y por mi parte quedaré satisfecho si, después de haber llenado un deber de amistad y de justicia, logro con estas líneas borrar la mala impresión que pueda causar en el ánimo de mis compatriotas la gratuita imputación con que se ha engañado al Poder Ejecutivo, en contra de un colombiano lleno de merecimientos, cuya vindicación es un tributo rendido a la verdad por quien se complace de ser su compatriota y amigo. (*) El señor Urreta jamás tubo hato ni propiedad territorial, ni mucho menos peones de que disponer.
José María Franco Pinzón,
Bogotá, 23 de marzo de 1871.
* Franco Pinzón, José María. El coronel Urreta y las observaciones del Poder Ejecutivo. …NTILLA, Editor (hojas sueltas). Bogotá, Colombia. 1871.

·      El Obispo Garnica en una carta que escribió en Rionegro al doctor José Manuel Restrepo el 9 de noviembre de 1828, cuenta que “A Urreta lo elogian aún los menos adictos a su persona”.(6)
·      Y en una hoja suelta impresa en esta ciudad por M. A. Balcázar en 1829, titulada “Justicia al mérito” el prelado manifiesta que “Con dificultad se llenará el vacío que va a dejar su separación el señor Urreta, por su prudencia , tino e infatigabilidad.(6)

·      El expresidentes de Colombia, Mariano Ospina, biógrafo de Urreta, escribió que “Urreta desempeño su cargo de gobernador de Antioquia “de una manera muy satisfactoria.(*)
·      Para ofisinista poseía Urreta, además de admirables dotes de organizanizador, una hermosísima forma de letra.(*)

·      El general Pedro Alcántara Herrán, Intendente de  Cundinamarca, en carta dirigida al Ministro del Interior, el 1 de diciembre de 1828, alaba la conducta del Gobernador de Antioquia Gregorio María Urreta de quien dice: dando misión a cuantos arduos negocios se le han cometido, llevando una correspondencia la más regular bajo todos aspectos y manifestando el celo más ardiente y profundos conocimientos en el despacho de aquella gobernación”.  Funcionarios Públicos, tomo 1, folio 139. La Gaceta de Colombia, Periódico. 22 de marzo de 1829, (acoge los anteriores conceptos y lamenta la futura separación del abnegado mandatario.) .(*)
* Libro?Palacio RUU P.140.




El 9 de febrero de 1869 el General Juan Antonio Piñerez, escribió desde Cartagena de Indias la siguiente carta a su amigo el coronel Gregorio María Urreta*:
Cartagena, 9 de febrero de 1869
Benemérito señor Coronel Gregorio María Urreta:
Mi muy querido amigo:
Quiero interrumpir su silencio para saludar a usted siempre cordial y afectuosamente, y para tomarme la confianza de manifestar a usted: ¿Por qué no quiere usted estar inscrito en la lista de los militares de la independencia? Este timbre ya muy pocos lo tienen y tal vez no hay ochenta en la Nueva Granada que hayan presenciado esos gloriosos hechos, por que detrás de ellos no hay más que mezquindades, ruines pasiones y la más ridícula ambición. Sírvase leer el decreto legislativo de l 19 de noviembre ultimo de 1867, y las leyes del 6  de mayo y 2 de junio del año próximo pasado, y en esos actos vera usted que ya principia a hacerse justicia al merecimiento. Usted tal vez dirá que teniendo una buena fortuna no necesitara de pensión, es verdad; pero no haga caso de ella, pero sí hágalo, por que algún día sus hijos recordaran con noble orgullo los timbres de su padre.
Si tiene usted pereza para reclamar del Gobierno el acto de justicia de que su nombre aparezca justamente entre los fundadores de la patria, y lo are por usted.
Adiós mi querido amigo, y my muy estimado compadre y antiguo camarada.
Soy siempre de usted, muy afectísimo y muy deseoso servidor que le ama de corazón,
Juan A. Piñerez.
* Franco Pinzón, José María. El antiguo coronel Gregorio María Urreta ante sus conciudadanosImprenta de José M. Duarte. Bogotá, Colombia. 1872.

Fotografía: El Dr. Manuel Urreta Uribe con su violín en el teatro. Boston, USA. Ca. 1890. VISITA EL VLOG DE HISTORIO Y FOTOS DE DE MEDELLIN, DONDE ENCONTRARAS FOTOS CON HISTORIA: 

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